
Me tienes edulcorada
con tu atrayente mirada,
y haces que mi ser derrame
mil gotitas de aspartame.
Porque la vida es tan dulce
cuando a tu lado me encuentro,
eres mi amor verdadero,
mi salsa y mi condimento.
Mas debiera yo imitarte
en la conducta que tienes,
ser como tú caminante
y olvidar ciertos placeres.
Que ese café acompañado
de un bombón de chocolate,
quede anclado en el pasado
y me basten unos mates.
Pero es que soy tan golosa
que por todo yo me tiento,
y mi cintura se engrosa,
y siento arrepentimiento.
Por eso quita esas cosas
que me alejan del intento
de ser la más bella esposa
y seguir el tratamiento.
Elsa Tébere
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